Las formaletas o encofrados son elementos vitales en la construcción, funcionan como moldes temporales o permanentes para vaciar el concreto hasta su endurecimiento para darle la forma deseada. Hay diferentes tipos de formaletas según la necesidad y también varios tipos de materiales para estas, siendo una más fáciles y rápidas de armar, de un solo uso o reutilizables y que dan mejores acabados al concreto o no y ahí es donde entra el desmoldante, que es el producto que se le aplica a la formaleta antes del vaciado para evitar que el concreto quede adherido al retirarla.

Tradicionalmente unos de los productos más usados para este fin son el ACPM (Aceite Combustible Para Motores) y el aceite quemado, pero estos tienen algunas desventajas: contaminan el ambiente, pueden ser tóxicos para las personas, dejan una película grasosa en el concreto que dificulta la adherencia de acabados, dejan manchas o suciedad en el concreto y requieren limpieza.

Glasst Innovation en su búsqueda de materiales para un futuro sostenible, desarrolló un desmoldante para formaletas con una amplia versatilidad de aplicación, de consistencia acuosa y bases lubricantes especializadas que son amigables con el medioambiente y no tóxicas. Son aptos para formaletas metálicas, de madera, plásticas, elementos prefabricados, placas y lozas.

Las ventajas que tienen frente a otros desmoldantes son los altos rendimientos por m2, menores costos, versatilidad en la aplicación, ahorro de tiempo e insumos de limpieza, soporte técnico especializado y calidad. Las diferentes referencias de este producto evitan manchas en las superficies del concreto, aseguran un excelente acabado en obras que requieren el concreto a la vista, eliminan materiales adheridos a la formaleta y no afectan el puente de adherencia de acabados posteriores como estucos, revoques o pintura.

Invertir en los productos GLASST, es asegurar satisfacción y un ahorro real en las obras. Este es el futuro sostenible de la construcción.