Hasta el 12 de noviembre se celebró en Glasgow, Reino Unido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Con una asistencia de 197 países y miles de expertos sobre cambio climático, el objetivo fue acordar y acelerar la acción sobre el Acuerdo de París al establecer nuevos objetivos climáticos para el futuro próximo en pro de la protección del planeta.

La meta principal pactada: mantener el aumento de la temperatura media global a no más de 1,5ºC.

Para ello, se crearon acuerdos internacionales no vinculantes de emisiones de metano, carbón, energía, desarrollo de las ciudades, construcción sostenible y financiación, entre otros, que buscan construir economías locales y globales que aseguren un camino sostenible para la recuperación del planeta y la mitigación del calentamiento global.

Entre los temas tratados en la cumbre, uno de los principales fue la construcción sostenible con el evento “Día de las Ciudades, Regiones y Construcción Ambiental”, que afecta de manera directa la industria de la construcción y sus costumbres.

De acuerdo a datos de ONU Habitat, las ciudades consumen 78% de la energía mundial y producen 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero representan solo un 2% de las superficies globales.

El uso de materiales contaminantes, plásticos de un solo uso y químicos tóxicos para la salud de los colaboradores es aún común en la mayoría de los proyectos de construcción. Venimos de una cultura anticuada que priorizaba el ahorro en costos ante la salud de sus equipos y el planeta.

En específico, los edificios y las construcciones son responsables por 37% de las emisiones de gas invernadero a la atmósfera, mientras que los materiales usados en construcción también aportan de manera importante. El cemento genera 10% de las emisiones mundiales y el plástico es responsable del 4% de esta misma.

Nuestros métodos de crecimiento actuales en las ciudades no son compatibles con las tendencias de consumo responsable que han surgido en los últimos años y que buscan, ante todo, sostenibilidad ambiental en sus proyectos.

Es allí donde se ve la importancia de compañías disruptoras en la industria como Glasst Innovation Company. Con nuestros productos innovadores como el Protector Universal y los Desmoldantes de Concreto, buscamos reemplazar en un 100% el uso de estos materiales altamente contaminantes, por otros disruptivos de emisión de carbono cero para el planeta.

Nos dedicamos a innovar para lanzar al mercado soluciones únicas que contribuyan a la creación de un mundo mejor y más sostenible.

Sin embargo, a nivel global estas cifras no han sido tomadas con la suficiente seriedad. De ahí, la importancia de que el tema empiece a surgir en acuerdos de cooperación globales.

En la COP26, específicamente, se acordó actuar de manera ambiciosa ante los retos de construcción sostenible que se vienen para el futuro.

Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), indicó que para cumplir la promesa de emisiones cero tendrán que ser más países los involucrados y generar medidas realmente significativas. El cambio debe ser efectivo, pues hoy en día, solo 19 países tienen en cuenta este tipo de reglamentaciones y las han puesto en marcha.

Entre estos ya se encuentra Colombia, con la CONPES3919, una política de edificaciones sostenibles reglamentada a partir de la COP21 y con seguimiento y evolución hasta el 2025 que se sigue refinando a partir de este evento.

La política busca sentar bases para incluir el desarrollo sostenible en las construcciones; generar mecanismos de seguimiento y vigilancia para cumplimiento de las mismas; y crear incentivos económicos y certificaciones ambientales por cumplimiento e innovación.

Este tipo de certificaciones, pueden ser obtenidas también al utilizar los productos de Glasst en tus obras, pues los mismos ayudan a sumar puntos para LEAD y CASA por sus características responsables con el medio ambiente y la salud de quienes los utilizan.

Sin embargo, a pesar del compromiso de diferentes entes públicos y privados que buscamos soluciones innovadoras para retos conocidos todos los días, para que este acuerdo tenga un efecto real es necesario el compromiso de cada país participante con el cumplimiento de las metas.

Aún así, es posible que la velocidad que necesita el planeta para recuperarse sea más alta que la de las soluciones pactadas.

Es por eso que es compromiso de todos los participantes de una economía, incluyendo organización privadas y públicas asegurar la protección y recuperación de nuestro planeta a través de soluciones innovadoras.

Por nuestra parte, desde Glasst Innovation Company, este en particular es nuestro compromiso. Estamos convirtiendo materiales en productos cada vez más sostenibles, multifuncionales y futuristas para construir un mundo mejor.

Otros acuerdos adquiridos para las industrias participantes en la COP26

Industria de Carbón

Se acordaron promesas para lograr la reducción de 80 GW de gasoductos de carbón. Esto es, dos tercios del total de las plantas de carbón que hay planificadas fuera de China.

Así mismo, los principales 10 países productores de carbón, se han comprometido con el alcance de emisiones netas cero. Esto se cumple, en gran medida, eliminando este material de la mayoría de los mercados.

La financiación internacional del mismo, por su parte, se ha visto altamente limitada. Específicamente, el G20 se comprometió a eliminar esta financiación en países extranjeros. Esto desde el COP 25 en algunos países.

Industria de Gas y Petróleo

Se creó la Beyond Oil & Gas Alliance (BOGA), una asociación de 10 países en pro de la reducción de producción de combustibles fósiles. Entre ellos se destacan Francia, Irlanda, Dinamarca y Suecia, entre otros.

Sin embargo, esta asociación no será suficiente por sí sola para alcanzar el cumplimiento de los objetivos teóricos de la COP 26 en términos de contaminación por fósiles.

Esto se debe a que la misma representa uno de los mayores contribuyentes al calentamiento global y contaminación mundial. Por sí sola, genera cerca de 8,7 millones de muertes al año al tiempo que las emisiones a la atmósfera por este factor aumentan a una velocidad de 1,4% anual aproximadamente.

A menos que los principales productores de petróleo en el mundo, como son USA, China y Arabia Saudita se sumen también a este tipo de acuerdos, el impacto de los acuerdos pactados no será significativo para la construcción de un mundo mejor.

Sobre los bosques y la deforestación

Se acordó una inversión de más de 16 mil millones de euros destinados a fondos públicos y privados para la protección de los bosques. Esto como parte de un acuerdo multifacético por detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para el año 2030.

Así mismo, se logró un importante compromiso de parte de las 30 instituciones financieras internacionales para eliminar la inversión en deforestación para 2025. También, se creó una asociación de 28 países, principales productores y consumidores vinculados a la deforestación para cambiar sus prácticas.

Industria del Metano

Se firmó el Compromiso Global de Metano (CGM) por parte de 107 países. Este tiene como objetivo la reducción del 30% de emisiones de metano globales para 2030.

Para que se logre este acuerdo, es necesario realizar el cierre de más de 1.000 centrales de carbón.

Además, la participación de estos países representa el 75% de la producción de metano en todo el mundo. Por lo que el cumplimiento de este acuerdo podría lograr una reducción de 0.2ºC del aumento de la temperatura del planeta.

Industria de movilidad

Se firmó un acuerdo para eliminar la venta de automóviles contaminantes al 100% para 2030 en el que participaron más de 30 países y varios fabricantes de automóviles.

De este acuerdo se quedó por fuera España, uno de los países más relevantes en este aspecto.

Respecto a la financiación

Se firmó un acuerdo entre 30 países e instituciones financieras que pretende finalizar el financiamiento internacional a la industria fósil para 2022.

Se trata de uno de los acuerdos más importantes para la reducción de las emisiones de gas invernadero, pues involucró a algunos de los nombres más importantes en esta materia como Estados Unidos y Canadá, además que abre paso para proyectos de financiación de energías renovables.