Existen más de 190 millones de sustancias químicas en el mundo con las que estamos en contacto constantemente. De ellas, más de 5.000 son utilizadas a nivel industrial en una escala global y no todas son seguras para la salud humana.

Estas sustancias están presentes en prácticamente todas las industrias, desde la agricultura, aditivos para alimento, medicina, producción de energía, construcción, limpieza y aseo, entre otros e impactan a casi toda la población mundial. Sin embargo, hasta hace un par de años, menos de la mitad habían sido sometidas a algún tipo de estudio sobre su seguridad y toxicidad en humanos.

Pero más allá del impacto individual, el principal problema es que gran parte de estos productos resulta filtrado en el ambiente. La contaminación del agua, el aire y la tierra por químicos es una consecuencia común, sobre todo, en aquellos países que no regulan el uso de los mismos.

Esto ocurre a tal nivel que para 2017 la revista científica de salud The Lancet estimó que las enfermedades por causa de contaminación ambiental fueron responsables de cerca de 9 millones de muertes prematuras. Esto es un 16% de las muertes totales de ese año y tres veces más alto que las causadas por el Sida, la Tuberculosis y la Malaria juntas.

En los últimos años, estas cifras por fin han comenzado a generar un impacto social, político y económico y algunos países, principalmente de ingresos medios y altos, han comenzado a implementar políticas para regularlas.

En estos lugares, los niveles de contaminantes en el ambiente han empezado a disminuir, la salud de las personas y su expectativa de vida ha aumentado e incluso los ingresos netos de cada país se han visto beneficiados. Y no solo eso, sino que también contribuyen a la consecución de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.

La Proposition 65 de California en Estados Unidos de 1986, una apuesta de este estado para garantizar que las personas tomen decisiones informadas respecto a los productos químicos que adquieren, y el Sistema Globalmente Armonizado (GHS) de clasificación y etiquetado de productos químicos en Colombia y a nivel mundial impulsado por la ONU en los últimos años, constituyen leyes y reglamentaciones en cada país con las que se han empezado a regular a las empresas en cuanto a la información de la composición química de sus productos.

Estas leyes, en general, pretenden vigilar a las industrias para que otorguen información clara y oportuna al consumidor sobre los compuestos químicos en los productos adquiridos, cuidados especiales a tener en cuenta y riesgos cancerígenos, de fertilidad u otros problemas de salud que podrían implicar.

Funcionan generando listados de químicos seguros y no seguros que son actualizados constantemente y sobre los que las empresas deben advertir al consumidor en sus hojas de seguridad y etiquetado de los productos.

Así mismo, incluyen unificación de los símbolos de información y alerta utilizados en los empaques, reglamentación y tamaños a imprimir para lograr una identificación globalizada.

El no cumplimiento de este tipo de etiquetado puede generar multas millonarias para las empresas. Esto sin tener en cuenta el daño al personal que podría causar el uso indiscriminado de un producto mal etiquetado o compuesto por un químico que se ha probado genera efectos nocivos para la salud.

En Glasst Innovation Company, por nuestra parte, estamos 100% comprometidos con la innovación al servicio del cuidado del planeta y la salud de tu equipo de trabajo. Por eso contamos con productos no tóxicos y que contribuyen al cumplimiento de varios de los objetivos de desarrollo sostenible.

En Glasst estamos comprometidos con un desarrollo sostenible que busca la protección de nuestros clientes y sus equipos

En Glasst estamos comprometidos con la transparencia de nuestros productos y su composición. Por eso desarrollamos materiales que llevan las ciencias aplicadas a un nuevo nivel para entregar productos disruptivos que transforman las industrias actuales.

Ponemos la tecnología y el conocimiento al servicio de un desarrollo sostenible y seguro para tu salud y la del planeta.

El desarrollo de nuestros productos se realiza utilizando algoritmos de inteligencia artificial para obtener la mayor productividad. Empleamos también las ciencias de los materiales, nanotecnología, termodinámica, mecánica y biotecnología para obtener los nuevos materiales para un futuro sostenible.

En el camino de lograr este objetivo, nos concentramos en crear productos biodegradables y compostables, seguros para la salud de las personas y que aporten al cuidado de tu economía y la del planeta.

Esto se refleja también en el estatus de estos productos y su aporte a la suma de puntos para aplicar a certificaciones de sostenibilidad como LEAD y CASA.

Entre estos productos se encuentra el Protector Universal Glasst, una película removible para proteger los acabados en todo tipo de superficies en tus obras que es totalmente reciclable y segura para las personas.

También destaca especialmente, entre nuestros productos seguros, la línea de Desmoldantes de Concreto Glasst.

Como ya te contamos en un artículo anterior,  un desmoldante de concreto es una sustancia química que se utiliza en la industria de la construcción para sacar el concreto de los moldes en los que se vierte.

Hoy en día, la mayoría de los desmoldantes en el mercado son tóxicos o están hechos a base de ACPM y otros combustibles fósiles que pueden llegar a causar cáncer en la piel y otras enfermedades importantes cuando se inhalan o se está en contacto continuo con ellos.

Nuestros desmoldantes, a diferencia de estos, están desarrollados a partir de tecnología GlasstMould ® , creada exclusivamente por Glasst y que no genera riesgo para la salud de quien lo utiliza y reduce el riesgo de obtener reacciones alérgicas.

Se trata de un producto innovador, único en el mercado y desarrollado con tecnología de punta para maximizar la efectividad y sostenibilidad de tus proyectos.

Enlazar a artículo 3 publicado sobre el desmoldante glasst una vez esté en línea

Cómo nuestro desarrollo cumple las guías del Sistema Globalmente Armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos

Sin embargo, ahí no termina nuestra innovación para seguir cumpliendo cada vez más con los Sistemas Globalmente Armonizados y el alcance de los objetivos de desarrollo sostenibles de la ONU.

En la medida en que las listas de productos químicos con efectos nocivos conocidos crecen, nosotros en Glasst seguimos investigando y desarrollando productos cada vez más seguros y con menos presencia de estos.

En el momento, contamos con más de cinco productos en desarrollo con tecnología I+D para lanzar al mercado en menos de 24 meses.

Todos estos, tienen en cuenta el cumplimiento de los siguientes objetivos específicos de desarrollo sostenible de la ONU:

Así mismo, seguimos desarrollando instrucciones de seguridad completas para cada producto que lanzamos.

Por ello te sugerimos revisar en la parte inferior de nuestros empaques cualquier etiqueta relevante a la hora de adquirir un producto Glasst, leer detenidamente la ficha de seguridad que encontrarás con cada referencia y seguir al pie de la letra las instrucciones allí ofrecidas para utilizar nuestras referencias.