Aunque no lo creas, muchos de los productos que utilizamos comúnmente pueden tardar cientos, sino miles de años en descomponerse con las condiciones ideales. En especial aquellos materiales creados para ser extra resistentes como el plástico y ciertos metales.

De acuerdo a diferentes estudios, a nivel mundial se calcula una producción aproximada de 2.010 toneladas de basura al año de la que solo se recicla cerca de 16%.

Solo en Latinoamérica, se estima que por cada persona, al día, se genera hasta un kilo de basura. A 2021, aproximadamente 667 millones de personas viven en esta región. Es decir, producimos casi setecientos millones de kilos de basura diarios.

Estas cifras son insostenibles para el bienestar a futuro del planeta que no cuenta con los espacios necesarios para almacenar esta cantidad de residuos durante los cientos o miles de años que le toma a muchos de ellos desaparecer.

Y esa sobre producción de basura se hace visible sobre todo en ciertos países asiáticos que por décadas importaron basura para reciclar como negocio y hace un par de años decidieron detenerse. La problemática de salud y desperdicio que generan esos rellenos sanitarios, es mayor que el beneficio económico.

Igualmente se puede ver en los océanos, donde la cantidad de plásticos y microplásticos filtrada desde hace décadas, está hoy a punto de superar el número de peces vivos y se ha formado una isla, que tiene casi tres veces el tamaño de Francia en el Pacífico Norte.

Muchos gobiernos y países decidieron hacer frente a este problema desde hace unos pocos años, con lo que casi 99 están empezando a reglamentar el uso mayoritario de productos biodegradables. Además, muchos están reglamentando y prohibiendo en su totalidad el uso de plásticos de un solo uso y donde cerca de 60% de las normativas entrarán en rigor dentro de los próximos cinco años.

Este tipo de iniciativas y el reciclaje han sido la base de nuestros esfuerzos por limpiar el planeta. Sin embargo, no han logrado ser suficientes frente a la magnitud del problema. De las 9.000 millones de toneladas de plástico que hay en el mundo según la ONU, solo 9% ha podido reciclarse.

Para que los esfuerzos sean efectivos, lo principal es empezar en la raíz del problema y eliminar los materiales más contaminantes por completo y especialmente en las industrias tradicionales como la construcción, reemplazándolos por otros de naturaleza biodegradable.

Es esto justamente lo que te permitimos lograr a nivel industrial con los productos de Glasst Innovation Company.

A continuación, te contamos el tiempo que toman en descomponerse algunos de estos productos contaminantes y cómo podemos ayudarte a reemplazarlos en tus proyectos.

1. El Plástico

El plástico es uno de los materiales más representativos en la problemática de la contaminación. Puede tomar hasta 1.000 años en descomponerse cuando se tiene en forma de botellas de Pet o hasta 150 años aproximadamente cuando hablamos de bolsas y películas plásticas.

En la industria de la construcción, el uso de este material es bastante común, con una responsabilidad del 23% de los residuos plásticos generados en una ciudad y aproximadamente 35 toneladas métricas a nivel mundial.

En la protección de un edificio, el uso de un solo rollo de película plástica azul es equivalente a 2.424 bolsas plásticas, 5.111 vasos de 7 onzas y cerca de 80.813 pitillos. Este material que se utiliza principalmente en la protección de superficies, ha sido clave por años para evitar retrocesos, aunque no siempre es muy efectivo en la protección, pues se rompe y desgarra fácilmente, además de no ser resistente a chispas y agentes químicos..

Con nuestro Protector Universal, que se distribuye en 8 países, es posible reemplazar por completo el uso de las películas plásticas en la construcción. El producto biodegradable y eco-amigable, que viene en presentación líquida para ser aplicado con pistola de paint spray, se seca en forma de película removible que puede ser retirada fácilmente una vez finalizado el proyecto.

Con tres presentaciones, es ideal para uso en exteriores, interiores y pisos. Su tiempo de vida útil es de 6 a 12 meses y permite proteger de rayones, manchas, químicos y chispas de soldadura cualquier tipo de superficie evitando reprocesos y altos costos por daños.

Es decir que el ahorro en costos, tiempos y contaminación con este producto es aún mayor, ya que permite eliminar las películas plásticas en su totalidad, pero al mismo tiempo reduce los daños y necesidad de reemplazo en otros materiales como maderas, vidrios y metales, que de otra forma, serían desechados igualmente al entregar las obras.

2. El Vidrio

El vidrio, a pesar de ser uno de los materiales, sino el único, que puede reciclarse en un 100%, tarda cerca de 4.000 años en biodegradarse. Esto quiere decir, que a menos que sea reutilizado o triturado para darle un uso diferente, se quedará en el planeta por más tiempo que la mayoría de los seres vivos.

Teniendo en cuenta que en América Latina y el Caribe, el porcentaje de reciclaje alcanza solo un 4,5%; es mucho más efectivo reparar los vidrios desgastados, que reemplazar la pieza completa.

Esto es justamente lo que nuestra tecnología Nanotech System hace posible.

Utilizamos felpas fabricadas con nanotecnología y nanopartículas de sílice activo para recuperar el brillo original de cualquier vidrio rayado o manchado.

Se trata de una solución mucho más rápida, económica y efectiva que evita tener que reemplazar aquellos cristales que han sido dañados en el tiempo, sin contar con el consumo energético y de agua que implica la creación de estos reemplazos.

Además, el servicio de restauración de vidrios se expande más allá de las fronteras de la industria de la construcción. Nuestra tecnología puede ser utilizada en cualquier tipo de cristal, ventanas, separadores de cristal, entre otros.

3. Aceites Combustibles

Los aceites quemados o ACPM suelen utilizarse en la construcción a la hora de desmoldar las formaletas en las que se vierte el concreto para protegerlas y facilitar el desencofrado del mismo. Sin embargo, además de que suelen ser sumamente tóxicos para la salud de las personas, generan daños irreparables en el medioambiente al ser vertidos en el mismo.

Cuando se derraman sobre cemento y otras superficies, estos aceites se evaporan y son liberados al aire, contribuyendo al empeoramiento de las emisiones de carbono. Estas emisiones, pueden tomar hasta un año en diluirse.

Algunos de sus componentes pueden, además, penetrar el suelo y mezclarse con aguas subterráneas. Cuando esto ocurre el combustible se adhiere a ciertas superficies y tarda hasta una década o incluso más en descomponerse.

Ante esta situación, creamos el Desmoldante de Concreto, una mezcla química que es segura para el ambiente y la salud de las personas. El producto evita la adherencia del concreto en las formaletas al desencofrarlo al tiempo que permite lograr acabados impecables en las superficies de cemento a la vista, sin afectar el puente de adherencia.

 

 

Se trata de una solución ecológica, distribuida en 4 países hasta ahora, que pretende responder a las necesidades del mercado responsable actual asegurando los mejores resultados con alta eficiencia. Además, alarga los tiempos de vida de las formaletas que generalmente se utilizan, reduciendo también el consumo de madera y metal, los principales elementos que las componen.

 

4. Metales, Maderas y Aluminio

Como recién mencionamos, el Desmoldante de Concreto permite, además de proteger la salud de tus colaboradores, alargar la vida útil de las formaletas.

El producto, que viene en cuatro presentaciones de acuerdo a la necesidad específica, puede ser utilizado en formaletas de metal, madera, plásticos, chapa, entre otros.

El tiempo de vida útil de las mismas depende siempre de diferentes factores, pero con el uso de nuestros productos y cuidados adecuados pueden durar más tiempo del acostumbrado generando ahorros en costos de reemplazo y evitando contaminación adicional.

Los tiempos de degradación de los principales materiales utilizados para la creación de las formaletas son además bastante altos. El metal, dependiendo de las condiciones, tipo y grueso, puede llegar a tardar hasta 30 años en descomponerse. Los tiempos de la madera por su parte varían entre un año y los quince años dependiendo de si se le ha aplicado pintura o no. En cuanto a las chapas de aluminio pueden tardar hasta 10 años en descomponerse.

En efecto, el reciclaje es clave para asegurar el bienestar a futuro del planeta. Sin embargo, por sí solo no es suficiente. Reemplazar materiales contaminantes por otros de naturaleza biodegradable y reutilizable, como nuestros productos, será imprescindible para asegurar que las proyecciones de generación de residuos dentro de los próximos 30 años disminuyan drásticamente.

Descubre qué otras acciones estamos realizando para asegurar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, así como para cuidar nuestro planeta visitando nuestras redes sociales en Instagram, Facebook y LinkedIn.